Thursday, August 6, 2015

Erythroxylum: La Hoja Condenada

Por Liza González Perafán, INDEPAZ

Una tras otra, las hojas entran en la boca como hostias quebrándose entre mordiscos y saliva. Se acomodan dentro de la mejilla y ahí se ablandan, se calientan, se disponen a entregar su apacible compañía ofrecida en saliva verdosa y amarga. Es buena. Sus nervaduras tienen la virtud de transportar millones de años de evolución natural y un sin fin de intrigas por sus bondadosas propiedades químicas. Es buena sin duda. Es resistente como una mamita boliviana; es una mamita que sustenta culturas.

La Coca ha estado plantada en nuestras tierras desde mucho antes de Cristo. Las civilizaciones de todos nuestros abuelos americanos han surgido junto, y gracias a esta planta. Algunos, como cuentan los Incas, nacieron de la Mama-Coca y ésta se convirtió en vital alimento para el cuerpo y el alma.

Actualmente, cuando se entra a las plazas de mercado de Perú y Bolivia es muy común encontrar vendedoras con canastotes llenos de hojas verdes y brillantes. Con una moneda de Sol, o un Boliviano (menos de mil pesos), se puede comprar una bolsa mediana llena de hojitas. Es una bolsa llena de calcio, fósforo, potasio, magnesio, sodio, nitrógeno, vitaminas, zinc, entre otros varios ingredientes necesarios para la salud. La Coca es la materia prima de muchísimos medicamentos producidos por los laboratorios más extranjeros y prestigiosos del mundo. Sus propiedades curativas son asombrosas; es anestésica y analgésica, metaboliza grasas, adelgaza la sangre, es antidiarreica, regula la producción de melanina en la piel, estimula la digestión, mejora la circulación sanguínea, acelera la formación y funcionamiento del cerebro, evita la caries dental, regula la presión arterial, ayuda a la formación de células óseas, contiene propiedades terapéuticas para la gastritis y las úlceras, mejora el funcionamiento del hígado, es diurética, produce aumento de las células sanguíneas, evita infecciones de heridas*.

Todo eso sin contar con otra lista enorme de propiedades curativas en el ámbito más espiritual. Muchas personas confirman que la Coca protege el futuro y abre nexos divinos para adorar a los dioses. Para otros compartir las hojas es la mejor forma de establecer relaciones sociales. Y otros sencillamente declaran: si no se mambea no se trabaja!

Con la naturaleza también es benéfica; la Coca contribuye al equilibrio de los ecosistemas nativos porque ella es la más nativa del continente. También es el cultivo ideal en estas tierras por su excelente adaptación para sobrevivir y el estrecho vínculo con las otras especies naturales.

Hace algunas décadas, cuando se cultivaba de manera tradicional y sin mayores oposiciones, nuestro departamento del Cauca era famoso por la alta producción y consumo de hoja de Coca. Se plantaba con naturalidad y para bien de mucha gente, no tenía nada que ver con los polémicos monocultivos actuales. Muchos todavía recuerdan cuando se podía comprar en el mercado; para entonces las agüitas eran pócimas infaltables en las cocinas de Popayán.

- “la Coca se ha escaseado” – dijo Doña Olga – “y como la celan tanto, ahora hasta preguntar en el mercado es mal visto” -.

Se evidencia que la planta sagrada está resistiendo a muerte otra guerra declarada por intereses ajenos a ella. A lo largo de su historia ha tenido varios enemigos de doble moral e hipócritas intenciones. Uno de sus primeros perseguidores fue la Iglesia Católica en épocas de la colonia, pero los santos predicadores notaron que ellos también le podían sacar provecho económico al pecado de la Coca. Llegó a valer más que el oro hasta que los gobernantes y la medicina ortodoxa la sentenciaron de sucia y mala. Así fue como comenzó a bajar el perfil de la hoja de Coca; la planta debió olvidar sus privilegiados tratos de reina aborigen para convertirse en una maldición**.

Ahora se ha llegado al extremo de pretender desterrarla con los peores venenos químicos del mundo y con peligrosísimos hongos salidos de laboratorios extranjeros.

Sin embargo, una de las armas más letales contra la planta de Coca son las confusiones en los significados de los conceptos. El mundo entero tiene que saber que Coca es muchísimo más que el polvo blanco que entra por las narices yanquis. Creo que el que asocia la Coca con la cocaína tiene el mismo problema del que ve a una vaca y piensa en un zapato. Además, también es injusto tildar de narcoagricultores a los campesinos e indígenas que cultivan el producto agrícola más importante de los Andes y la cuenca del Amazonas.

COCA quiere decir monte, magia, semilla y otros tantos sinónimos como té, mate, gaseosa, bálsamo, ungüento, remedio, abono, jabón, vino, polvo verde, polvo blanco. Leña.

Es un tesoro sagrado que se adapta a los gustos y alcances de sus consumidores. Sus usos dependen de los humanos, no de la planta.

Cuando este gobierno logre su funesto objetivo y nos erradique definitivamente la hoja condenada (junto con el resto de seres que contienen clorofila; entre ellos el plátano, el cacao, la yuca, el café, la orquídea...), será deprimente ver los residuos de nuestras antiguas selvas tropicales. También será interesante ver la cara de los altos mandos colombianos obligados a comprar en “módicos precios”, como es la costumbre Made in Usa, los productos que alguna vez fueron nativos de acá como las hojas de Coca, el plátano, la yuca, el cacao, el café y la orquídea.

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Fuentes:
* Moreno, M. Mercedes y González, Darío. 2004.
** Diversos datos obtenidos en el Museo de La Coca, La Paz, Bolivia.

*** El gobierno colombiano está en el proceso de formar una nueva estrategia de erradicar la coca después de suspender el programa controvertido y apoyado de los EEUU de fumigación con glifosato. Fumigaciones matan no solo la coca, sino otras cosechas valiosas de la alimentación también.

Escultura de hoja de coca
Museo de la Coca, La Paz-Bolivia, 2005

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